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ACuando a México llegué me brindaba Eel corazón no se si por la emoción o la contamiAnación.
Con algunos compañeros
fui a cenar a un rEestaurante encontré chile habanero y en seguida fui aA probar.
A7Me quisieron advertiDr me trataron de aleArtar pero de un pEaisano vino como voy a desconfiarA.
A7El picor me hizo lloDrar el hocico me Aquemó y el malditoE al otro día vino y me coAntraatacó.
Coro: No me gustDa el chile no quiero Apicante Ejamás lo pruebo de hoy en adAelante, no me gusDta el chile cAorazón Eporque te ataca a tAraición.
Me entró luego una ansiedad de comer torta cubana tal vez por curiosidad o es que la patria me llama. La busqué con mucho empeño y cuando me la comí un picante jalapeño me encendió hasta la nariz. Las cubanas son rumberas tienen fuego en su mirar pero esta si es la primera que me quema el paladar. Nunca pude imaginar que habaneras y cubanas tanto fueran a cambiar en las tierras mexicanas. Coro... Es el chile un vegetal de connotación extraña por su forma su color y tambien sus malas mañas. Moctezuma lo empleaba ya en la colonización y a toditos derrotaba al echar su maldición. Ha pasado mucho tiempo pero el chile a mi esta vez me trato como si fuera yo el maldito Hernán Cortés. No me vuelvo a involucrar con cubanas ni habaneros pues la gente cambia mucho viviendo en el extranjero. Coro... ¡Que va! Coro...