Rozalén - La puerta violeta

^GUna niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar. ^AmHay un monstruo gris en la cocina que lo rompe todo, que no para de gri^Gtar.

^GTengo una mano en el cuello que con sutileza me impide respi^Amrar.

puedo oler el miedo y se acer^Gca. ^CTengo un nudo en las cuerdas que ensucian m^Ami voz al cant^Dar. ^CTengo una culpa que me aprieta, se posa en mis hombros y me c^Amuesta an^Ddar.

Pero dibu^Amjé una puerta violeta en la pa^Dred y al entrar me lib^Ceré como se despliega la vela de un ba^Grco. D^Cesperté en un prado verde muy lejos de^D aquí; corrí, grité, r^Ameí, sé lo que no quiero ahora estoy a s^Galvo.

^GUna flor que se marchita, un árbol que no crece porque no es su lugar. ^AmUn castigo que se me impone, un verso que me tacha y me anu^Gla.

^GTengo todo el cuerpo encadenado, las manos agrietadas, mil arrugas en la p^Amiel.

se reabre la herida y me sang^Gra. ^CHay un jilguero en mi garganta que vuela con fu^Derza. ^CTengo la necesidad de girar la llave y no mirar ^Datrás.

Así que dib^Cujé una puerta violeta en la p^Dared y al entrar me lib^Ameré como se despliega la vela de un bar^Gco. Aparec^Cí en un prado verde muy lejos de ^Daquí; corrí, grité, r^Ameí, sé lo que no quiero ahora estoy a sa^Glvo.