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EscriEbir una cancBión no es ir deC#mprisa como quiAeren ir depF#risa los que asBumen que es un aB7cto fisiológico y muEndano como haF#cer la digestión y crear AdesecBhos.
EscriEbir una cancBión es crear C#mtormenta en el cAorazón de quien lF#a pare con Bdolores es un aB7cto irreverente y soliEtario como lo F#es la confesión de un condAenadBo.
Es ir al ciEelo y abrBir la puerC#mta meterse al cAuarto de un F#dios noctBámbulo y espB7erar a que este dormiEdo para roF#barle algún verso Bsuyo.
Salir desEpacio y sin dBejar hC#muella y conspiraAr contra el F#gran pelBigro de que se entB7eren que un dios bEohemio es el aF#utor de lo que compaErtes.
(AQUÍ SON LAS MISMAS NOTAS DE LA PRIMERA PARTE ) Si escribí por escribir algunas veces pa' aumentar el inventario en la despensa si un encargo me obligo al sacrilegio de sentirme un arquitecto de emociones. Si escribir una canción no es ejercicio que mejora con la práctica y el tiempo es pegarle un bofetón a la rutina y rasgarle la piel a lo imposible. Es ir al cielo y abrir la puerta meterse al cuarto de un dios noctámbulo y esperar a que este dormido para robarle algún verso suyo. Salir despacio y sin dejar huella y conspirar contra el gran peligro de que se enteren que un dios bohemio es el autor de lo que compartes. Que quede claro que las canciones se las robamos a un dios dormido. VIVA ARJONA ;)