Mercedes Sosa - Alfonsina y el mar

Por la blanda a^Cdimrena que ^F7lame el ^Bbmmar su pequeña h^C7uella no vuelve ^Fmmás, y un sendero ^Bbm7solo de ^Eb7pena y s^Abmaj7ilencio lle^Bbm7gó hasta el ^Fmagua pro^C7fun^F7da, Un sendero ^Bbm7solo, de ^Eb7penas ^Abmaj7mudas, lle^Bbm7gó ^Fmhasta la es^C7pu-^Fmma.

Sabe Dios qué an^Cdimgustia te a^F7compa^Bbmñó, qué dolores ^C7viejos calló tu ^Fmvoz, para recos^Bbm7tarte arru^Eb7llada en el^Abmaj7 canto de ^Bbm7las cara^Fmcolas ma^C7ri-^F7nas, La canción que ^Bbm7canta en el ^Eb7fondo o^Abmaj7scuro del ^Bbm7mar ^Fmla cara^C7co-^Fmla.

Te vas Alfo^Bbm7nsina con ^Eb7tu sole^Abmaj7dad ¿Qué poemas ^Cdimnuevos fu^F7iste a bus^Bbmcar? Una voz an^C7tigua de viento y de ^Fmsal te requiebra el^C7 alma y la está ll^Gm7evand^F7o, Y te ^Bbmvas hacia al^Bbm6lá como en sueñ^Fmos, d^Bbmormida, Alfo^Bb7nsina, ves^C7tida de ^Fmmar.

Cinco sir^Cdimenitas te ^F7lleva^Bbmrán por caminos d^C7e algas y de co^Fmral, y fosfores^Bbm7centes ca^Eb7ballos m^Abmaj7arinos ha^Bbm7rán una ^Fmronda a tu ^C7la-^F7do, y los habi^Bbm7tantes del ^Eb7agua ^Abmaj7van a ju^Bbm7gar ^Fmpronto a tu ^C7la-^Fmdo.

Bájame la ^Cdimlámpara un ^F7poco ^Bbmmás. Déjame que d^C7uerma, nodriza, en ^Fmpaz. Y, si llama^Bbm7 él, no le ^Eb7digas que e^Abmaj7stoy, dile ^Bbm7que Alfon^Fmsina no v^C7uel^F7ve. Y si llama^Bbm7 él no le ^Eb7digas^Abmaj7 nunca que es^Bbm7toy, ^Fmdi que me he^C7 i-^Fmdo.