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CRISTIANOS
CAntes les llaG/Bmaban nazaAmrenos, desAm/Gpués crisFtianosA7
DmHoy no saben Dmmaj7ya cómo llDm7amar a cada gDm6rupo,
hay F/GtantFos.F..G.
GmAntes al mirarles se decA7ían: ¡Ved cómo Dmse amanDm/C!,
B7hoy al contemplarles se reE7piten:
¡Ved cómo se seAmparan!.
G¿QFuién sabrá quienG de ellos tiBbmaj7ene la verdad?
(Igual)
Cómo ha conseguido el enemigo robarnos el terreno,
hemos comenzado a hacer murallas
olvidando lo primero.
Que no hay cristianismo verdadero detrás de una careta,
si no reflejamos a Jesús, perdemos nuestra meta.
AmQue él Gque Fsirve a los deGmás es el AmmayorAm/G,
que el serFmmón del monte aún está enEm viA7gor,
que aún eDm7xiste el buen ejemplo
y la humilEm7dad de coraAmzón
y que no hay Dm7vida ni hay iglGsus4esia si no hay perdCón.
OjaFmlá el MaestroBb7sus4 pueda deFmcir como dBb7sus4ijera hace años:
Fm'No lloréis, sóloG7 duerme, no est?Cm? muertaCm7'.
¿Qué tCm/Ae pasa, igleD7sia amada, que no reaGm7ccionas,
sólo a C7veces te emoFmcionas, y no acFm7abas de camBb7sus4biar?
Antes tenían todo en común y oraban en la noche.
Hoy compiten por saber quién tiene
mejor casa y mejor coche.
Antes morían abrazados en la arena del circo romano,
hoy discuten si al orar hay que alzar o no las manos.
Unos creen en profecías y otros no,
unos predican la fe y otros el amor,
uno habla en lenguas y otro presume de virtud
y el mundo muere, muere, muere sin ver la luz.
Ojala el Maestro pueda decir como dijera hace años:
'No lloréis, sólo duerme, no está muerta'.
¿Qué te pasa, iglesia amada, que no reaccionas,
sólo a veces te emocionas y no acabas de cambiar?
JeAbsús se levantó de lCma muerte,
¿y aCm/Acaso a ti no haD7brá quién te desG7pierte?