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Aquí os mando una canción de Los Lobos, un grupo español de primeros de los años 70 que musicalizó un poema de Miguel Hernández. El grupo no tiene nada que ver con el grupo californiano de origen mexicano con el mismo nombre y que interpretaban, entre otras, La Bamba o La canción del Mariachi.
DVientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me arA7rastran, me esparcen el corazón y me aEmventan la garDganta. Los bueyes doblan la frente, impotentemente A7mansa, delante de los castigos los lEmeones la lDevantan.
No Bmsoy de un pueblo de bueyes, que F#msoy de un pueblo que embargan yaBmcimientos de leones, desF#mfiladeros de garras y Emcordilleras deD toros con el A7orgullo en elD asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de EA7spaña. ¿Quién habló de echar un yugo sobre el cuEmello de estaD raza? ¿Quién ha puesto al huracán jamás ni yugos ni A7trabas, ni quién al rayo detuvo prisioEmnero en unaD jaula?
AsBmturianos de braveza, vasF#mcos de piedra blindada, vaBmlencianos de alegría y F#mcastellanos de alma, laEmbrados como la Dtierra y airoA7sos como lasD alas;
andaluces de aceituna,
nacidos entre guiA7tarras y forjados en los yunques torrencEmiales de lasD ansias; extremeños de centeno, gallegos de lluvia y A7calma, catalanes de firmeza, araEmgoneses deD casta,
murcBmianos de dinamita bruF#mtalmente propagada, leoBmneses, navarros, dueños del F#mhambre, sudor y el hacha, reEmyes de la minDería, señA7ores de la lDabranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gaA7llardas, vais de la vida a la muerte, vais de Emla nada a laD nada:
Bmyugos os quieren pA7oner genF#mtes de la hierbaD mala, yuBmgos que habéis de dejar roF#mtos sobre sus espaldas. CreEmpúsculo de losD bueyes estáA7 despuntando eDl alba.
Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cA7uadra: las águilas, los leones y los Emtoros de arrDogancia, La agonía de los bueyes tiene pequeña laA7 cara, la del animal varón toda la creacEmión aDgranda.
Si Bmme muero, que me muera con F#mla cabeza muy alta. MuerBmto y veinte veces muerto, la F#mboca contra la grama, tenEmdré apretado losD dientes y deA7cidida laD barba.
Cantando espero a la muerte
que hay ruiseñores queA7 cantan encima de los fusiles y en meEmdio de las bDatallas. (x2)