Joaquin Sabina - Flores en la tumba de un vasquito
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Intro: Am - D - F Am - D - F - E7
EAmxcepto las deB7 la imaginaci?Dm?³n
había Dmperdido todas E7las bataAmllas.
Una una tarde de lluvia nos conB7tó,
veDmncido, que tiE7raba la toallDma
yF nadie lo creF7yó
PAmero, esta vez,B7 no iba de farDmol;
al día Dmsiguiente coE7nsiguiÃAm³ una cuerda
y, en lugar de rezar una oracB7ión,
mDmandó al mundo a la mAmierda
y dFel arbol mas altFo se colgAmó.
DeDmbía quince meses de alqAmuiler,
dejóF7 en herencia un verso deE7 Neruda,
un tDmazón con barquitos deAm papel
flotando en el caB7fé
y uDmna guitarra clasiE7ca y viudAma.
Lo pE7oco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el peAmrro
y en pagDmar al contado la mayor
corona que enconAmtró?
paF7ra que hubiera florE7es en su entierAmro.
VAmeinte años aB7trás lo coDmnocí
en LondrDmes, conspiranE7do contra FAmranco.
Era el rey del aceite de haB7chís
y Dmle excitaba mE7ás robar Dmun banco
qFue el mayo dF7e París.
PAmor CorrienteB7s lo vi la úlDmtima vez,
con su aDmire melancolE7ico) y mAmarchito,
al mirar el menú de un cB7abaret,
cDmomida, mi plE7ato favoritoDm!?
gFritó por oF7fender
DeDmbía quince meses de alAmquiler,
dejóF7 en herencia un verso deE7 Neruda,
un tDmazón con barquitos de Ampapel
flotando en el caB7fé
y uDmna guitarra clasiE7ca y viudaAm.
Lo E7poco que tenía lo invirtió
en un hueso de lujo para el pAmerro
y en pagDmar al contado la mayor
corona que enconAmtró?
paF7ra que hubiera florE7es en su entierAmro.
AyeE7r hizó dos meses que se fue
al barrio que hay detrás de las estrAmellas,
la muerteDm, que es celosa y es mujer,
se encaprichó cAmon él
y loF7 llevó a dormiE7r siempre con Amella.