Javier Solis - Dios nunca muere

^AmMuere el sol en los ^E7montes, con la luz que ago^Amniza, pues la vida en su ^E7prisa, nos conduce a mo^Amrir; ^{E7 Am E7}pero no importa sa^Amber, que voy a te^E7ner el mismo fi^Amnal, ^E7porque me queda el con^Amsuelo, que Dios ^E7nunca mori^Amrá.

^DmVoy a de^G7jar las ^Ccosas que a^Fmé, la^E7 tierra ideal que^Am me vio nacer, ^A7pero ^Dmsé que de^G7spués ^Chabré de^F gozar, ^E7la dicha y la paz que en ^AmDios ^E7halla^Amré. ^{E7 Am}

^AmSé ^Dm, que la vida e^Ammpieza, en donde se^E7 piensa que la reali^Amdad ^Dmter^Ammin^E7a, ^Amsé ^Dm, que Dios nunca^Am muere, y que se co^E7nmueve, del que busca ^Amsu ^E7beati^Amtud. ^{E7 Am}

^G7Sé, que una nueva^C luz, habrá de alc^Fanz^G7ar nuestra sole^Cdad, y que todo a^G7quel, que llega a mo^Crir, empieza a vi^Fvir^G7 una eterni^Cdad^E7. ^{Am E7 Am}

Muere el sol en los ^E7montes, con la luz que ago^Amniza, pues la vida en su ^E7prisa, nos conduce a mo^Amrir. ^{E7 Am}