Enrique Bunbury - He pecado
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esta cancion es una colaboracion con cabas
se la dedico a mi ñoñita FANY la quiero muchisimo
HeCm pecado, hGe pecado,
mira G#no te acerques a mi lGado.
AG#mé con las fuerzas dCme mi corazón
y eso hoy dG#ía haceG daño.
He faCmllado, he Gfallado,
te di tG#odo y no pedí ni eGl cambio.
G#Amé sin pena y sin cCmondición,
como mG#e lo han eGnseñado.
(Coro)
Y tCmraigo pedazos de mi corazón,
traigo pedazos de mi coraG#zón, en lGas manos.
Y vCmengo a matar y a dejar tu recuerdo,
vengo a matar y a dejar tu recueG#rdo, en el pGiano.
Pero vG#ive tu imagen, revive y se sube a mis Cmbrazos,
llega ardG#iendo a mi gargGanta,
y me hG#ace gritarle a los cielos que no me arCmrepiento,
que no me arrG#epiento y que vuelvo a tus brGazos,
mi dulce peCmcado.
He peCmcado, he pGecado,
por deseG#arte más que demasiaGdo.
Te aG#mé sin medida, te amCmé sin control
y eso, G#niña, hoy loG pago.
He trCmatado, he Gtratado
de quG#ererte menos y he falGlado.
No G#supe de reglas, te Cmamé más que a Dios
y eso G#sí, eso sí queG es pecado.
-Coro.
Y tCmraigo pedazos de mi corazón,
traigo pedazos de mi coraG#zón, en lGas manos.
Y vCmengo a matar y a dejar tu recuerdo,
vengo a matar y a dejar tu recueG#rdo, en el pGiano.
Pero vG#ive tu imagen, revive y se sube a mis Cmbrazos,
llega ardG#iendo a mi gargGanta,
y me hG#ace gritarle a los cielos que no me arCmrepiento,
que no me arrG#epiento y que vuelvo a tus brGazos,
mi dulce peCmcado. G#
Mi dulce pecGado...
OCmye, sigo contigo hasta el finG#, mi dulce peGcado...
Pero esta vez no quedaré así tan crónico,
catapultiao como un pañuelo catatónico.
Yo sé muy bien que muchas veces fuíste otra,
pero lo que te doy no lo mereces y te toca.
Yo sé que muchos pagarían por besar tu boca,
pero esa dicha marcar, mira niña no me toca.
Como un puñal tu recuerdo en mi sombra,
por esto adiós pecado, mira, mira no me toca.
Como Adán y Eva, Eva, Eva,
así se eleva mi pecado.
No sé cómo llamarte, si princesa roja o niña, niña;
no quiero volver a comer de aquella manzana podrida.
Igual lo que me digas no importa,
si tú eres quien domina
y transporta la sangre de mis venas a este humilde corazón,
cerrando sus grietas, como Romeo y Julieta,
así camina este bolero son.
Míralo, míralo te digo...
Que vuelve, vuelve, a mis brazos...
Condenado, condenado...
E dulce, E dulce, pecado...