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GNosotros vinDimos cantCando los dGías, dejamos el ciDelo y las rCestas del aire. NosAmotros cantamos las cCosas del mGundo, los vivos, los muDertos y el hombre y su viCajGe.
La altísima lluvia no sabe su pena, no incluye alegría la roja manzana: lloramos nosotros el agua y las nubes, ponemos la risa después de la rama. RECITADO: No hay sólo silencio en el mismo silencio: existe la antigua canción de las horas que cantan los tiempos desde antes del fuego y vamos diciéndola con nuestra sombra. Nacimos un año sin claros violines, o solamente con el violín del llanto. Y no nos morimos sobre un escenario: la gente no muere de acuerdo al teatro. Nosotros sangramos, nosotros seguimos tocando silencios, silbamos de espanto. Pusimos nosotros el trigo en la noche y luz en la íntima luz del celdario. Nosotros vinimos cantando los días, dejamos el cielo y las restas del aire. Nosotros cantamos las cosas del mundo, los vivos, los muertos y el hombre y su viaje. (Nota: la letra la saqué de oído, así que puede haber alguna que otra palabra mal transcripta)