Cuarteto de Hernando Avilés - Alborada

^CNuestras her^Fmosas cam^G7piñas,^F cuando el^G7 alba la il^Cumina, y resplan^Fdecen los ^G7montes, ^Falum^G7brados por el ^Csol, que dulce ^Bbtrina el sin^G7sonte, que alegre canta el zor^Czal, polvo ^Bblleno de esme^G7ralda, allá por el man^Cigual;

ay, que linda la albo^Frada, qué pr^G7imor,^F cuando ^G7asoma en la mo^Cntaña, que linda se ^Bbve la sa^G7bana, con los rayitos del ^Csol.

En estos ^Fcampos tan ^G7bellos y ^Fenme^G7dio de las mon^Ctañas, veo las ^Fverdes sa^G7banas, ^Fdel sol ^G7florecientes ^Cmontes, el alma ^Bbvive exta^G7siada, la vuelta de la albo^Crada, mientras que el ^Bbsol ilu^G7mina, a los bellos hori^Czontes;

que linda la albo^Frada, qué pr^G7imor,^F cuando ^G7asoma en la mo^Cntaña, que linda se ^Bbve la sa^G7bana, con los rayitos del ^Csol.

^CCuando el ra^Fyo matu^G7tino, ^Fdespier^G7ta a todo el ga^Cnado, el brillan^Fte sol a^G7lumbra, ^Fy el cam^G7po luce do^Crado, desde la ^Bbmontaña^G7 verde, qué bello se admira e^Cl río, y bello el ^Bbmonte somb^G7río, en la arboleda se^C pierde;

que linda la albo^Frada, qué pr^G7imor,^F cuando ^G7asoma en la mo^Cntaña, que linda se ^Bbve la sa^G7bana, con los rayitos del ^Csol.