Cristian Castro - Como dos tontos

Hay cada día, entre^F#m nosotros ma^Bmyor contradicción y adve^F#mrsidad, se^Grá que la rutina nos ll^Bmevó al desen^Emcanto, a la men^Atira.

Faltan ca^Dricias, sobran e^F#mnojos y a ^Bmdiario se contempla un cielo ^F#mgris, tal ^Gvez la vida misma con^Bmtagió a nuestras ^Emmentes, con la desdi^Acha.

Y es que se ha ^Dvuelto tan distante, tan a^Bmjeno e inconstante nuestro ^F#mamor, que ahora un a^Gbismo nos separa y nos pro^Emvoca el no mirarnos a los ^Aojos.

Y es que no hay ^Dmodo de besarnos de la ^Bmforma en que lo hacíamos tu^F#m y yo, porque el or^Ggullo nos abarca y nos en^Emvuelve en soledad como a dos ^Atontos, como a dos ^Dtontos.

Quien lo diría, hoy som^F#mos otros pro^Bmpongo que dejemos de fin^F#mgir, la ^Gllama de este fuego se apa^Bmgó desde hace ^Emtiempo, no hay alegr?^A?­a.

Y es que se ha ^Dvuelto tan distante, tan a^Bmjeno e inconstante nuestro ^F#mamor, que ahora un a^Gbismo nos separa y nos pro^Emvoca el no mirarnos a los ^Aojos.

Y es que no hay ^Dmodo de besarnos de la ^Bmforma en que lo hacíamos tu^F#m y yo, porque el or^Ggullo nos abarca y nos en^Emvuelve en soledad como a dos ^Atontos, como a dos ^Dtontos.