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DCaminando por el Gbosque (laralala) en el suelo vi que haDbía (uhuhuh) una carta ensangrenA7tada (laralala) de cuarenta años haDcía (uhuhuh).
(sigue igual) Era de un paracaidista de la ocyava compañía que a su madre le escribía y la carta así decía. Madre anoche en la trinchera entre el fuego y la metralla vi al enemigo correr la noche estaba estrellada. Apunté con mi fusil al tiempo que disparaba y una luz iluminó el rostro que yo mataba. Clavó su mirada en mí con los ojos ya vacíos madre sabe a quién maté a qué soldado enemigo. Era mi amigo José compañero de la escuela con quien tanto yo jugué a soldados y trincheras. Hoy el juego era verdad y a mi amigo ya lo entierran madre yo quiero morir ya estoy harto de esta guerra. Madre si vuelvo a escribirte tal vez sea desde el cielo donde encontraré a José y jugaremos de nuevo. Dos claveles en el agua nunca pueden marchitarse dos amigos que se quieren nunca pueden olvidarse. Si mi cuerpo fuera pluma y mi corazón tintero con la sangre de mis venas yo te escribiría ?te quiero?.