Abel Velázquez - Noche de duendes

Los du^Eendes, han perdido la cab^Ceza, Y en ^Dun rincón del cielo, se han reu^Gnido, Par^Aa quemar despacio, su pobr^Eeza, Y s^Aentenciar a muerte, al enem^B7igo.

Los du^Eendes, no quieren hacer his^Ctoria, Ni un p^Dadre nuestro lleno, de prom^Gesas, Quier^Aen ver a Jesús, sobre la ^Enoria, Con ^Aun pasamontañas y en la ^B7guerra.

Los duende^Es, ^Cse han vuelto lo^Ecos,^C Los duende^Es, ^Cse han vuelto lo^Ecos.^C

Los du^Eendes, atacaron la mont^Caña, Busca^Dndo la señal, de su mo^Gmento, Y el ^Aáguila solo les dio la es^Epalda, Y d^Ael nopal, no vieron, ni el re^B7cuerdo.

Los du^Eendes, atacaron la ma^Cñana, Dej^Dando atrás el mundo y sus, mo^Gtivos, Carg^Aando con la muerte a media esp^Ealda, Y en l^Aas manos la sangre, de sus ^B7hijos.

Los du^Eendes, por la noche ya no r^Cezan, Aunque Dios les señale, su ca^Gmino, No qui^Aeren oír decir, que su po^Ebreza, Es ^Auna bendición, y no un cas^B7tigo.

Los du^Eendes, se desvelan demas^Ciado, Bebi^Dendo las estrellas, y el supl^Gicio, Y en ^Ala constelación, de sus p^Eecados, Se si^Aentan a llor^B7ar, por su inútil, sac^Eri^Cficio.