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I
EmGpezaba recién a rozarme la piel el perfume de lCa adolesD7cencia, A tentAmarme el amor a probar su dulzor y en su fuD7ego quemar mi inocGencia.G7 Cuando tCe conocí en tus besos bebí con vehemencia el sabD7or de la viGda, Pues tu bD7oca sensual era un dulce panal empapado de mieles de amGor (y CpasD7ión....)
I Como pude no sé vencer la timidez compañera leal de esos años, lo cierto es que te amé y a tu morena piel la cubrí de caricias temblando. Del lejano azahar de tu tierra natal aromado tenías el pelo, que divina mujer si aún me cuesta creer que en mis manos yo tuve ese sol. II
El ceibal en flGor su sangre te dió niña provincD7iana el ardiente sol se fundió en tu piel y yo lo besGé.G7 Me sentí Cmorir al verte partir llevándote mi Galma ilusión deD7 ayer, que no diera hoy por verte otra veGz, corCaz?D7?³n...
I Eras un arrebol anunciando el albor y lo hermoso volcado a un poema, eras esa canción que llega al corazón y se hace raíz en la venas. Mucho tiempo pasó el otoño llegó pero aún vivo la primavera, de ese sueño de amor que duró cual la flor y hoy retoña en mi evocación. II (repite) El ceibal en flor... Letra y música: Félix Chávez - Mateo Villalba Transcripción y acordes por Alejandro Aristimuño