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GFumata de cuantillo porBb debajo de un ladrillo por Cla verja de los sGhikillosf Ghaciendo el escondrijo Bbdebajito del botijo con el Cpasti que trajo eGl kisko Gtoy en La Valenciana pBbegao en la ventana y paCramos en la venta graDbriel y la coCshina alli de pGie.
Sentao en los escalones con camisas de colores destrozando las canciones y aprendiendo la lección de que antes de cantar no se podia humar y con guitarra de palo el rumor no era tan malo pero pa mi fue peor que pisar un pino en un ascensor.
BHostia que mG#e entra la Gfatiga. B¡Ay! ¡Eso G#ha sio de hGumarme las olivas! Pero la Bniña mira al petaD#rdo yG# aluego me mira Ga mi.
Me estaba moqueando como estabamos tocando pero en el fondo me reía pensando en que llegaría ese día de alegría en el que yo me reiría, y ese día ya ha llegao y aquí estoy descojonao escribiendo esta canción que forma parte de mi rincón. Últimamente entre tanta gente yo me encuentro un delincuente: ven temprano, no metas la mano, me siento el señor gusano. Fumata del ladrillo, cada maestrillo tiene su librillo pero mi libro no tiene na.
No tiene nGa, no tiBene na Gno tiene papBel, sGe lo ha llevao rafaBel Gy ahora k voBy a hGacer? esto no va a Bvender Gy ahora que Bvoy aG hacer si no tengo Bbollere? Gese dia ya ha llegao yBb aki estoy descojonao eCscribiendo esta canciDon que forma Cparte de nuestrGo monton
Qisieramos comer en el McDonals pero nos faltan mastacas en las cassonas. Pero la nuña mira al petardo y aluego me mira a mi.