Larbanois Carrero - Santa marta

^GSanta Marta era una villa de malvón y rosaleda, laureles en la vereda y plaza con ^Acatedral. La ge^Dnte se saludaba y había ^Gnoches de retreta con mucha^Cchos en la vuelta ^Ay banda munic^Dipal.

^CLas ventanas no tenían reja y nadie pasaba cerrojo a la puerta y en los mediod?^G?as la ciudad desierta invitaba a largas tertulias y siestas. No había ve^Dlorio, casamiento o yerra que no fuera duelo nacional o fiesta en aq^Guel^G7 lugar.

^CSanta Marta tenía domingos de asados y vino, de ruedas de amigos en noches de tr^Guco guitarreada y canto. En tardes de invierno fritando y mateando. La gente ten^Día más tiempo y podía compartir las cosas simples de la vida de aquella ciud^Gad.

^GEl progreso poco a poco fue cambiando a Santa Marta: la televisión por cable y el acceso a la Int^Aerné. La ge^Dnte se fue olvidando de sus co^Gsas cotidianas ahora h^Cabla en otro idioma ^Ay vive en otro^D lugar.

^CSanta Marta juega al primer mundo gracias a los shoppings y a las hamburguesas la comida r?^G?pida, la moda inglesa, se festeja Halloween ¡vaya sorpresa! pero nadie s^Dale sin cerrar la puerta sálvese quien pueda se acabó la fiesta, la siest^Ga y^G7 la paz.

^CSanta Marta ahora está inundada de música diet, de tiendas extrañas y en quintas y campos ^Gnadie planta nada todo viene hecho y hay papa importada. Se persiguen co^Dsas que a nadie interesa pero todo el pueblo pierde la cabeza si hay liquida^Gción.

^GSanta Marta está informada de la cumbre de Ginebra si la reina estuvo enferma o Palermo erró un^A penal. Todo^D el mundo vive al tanto de un mill^Gón de cosas nuevas pero y^Ca nadie se entera ^Alo que pasa en su ^Dciudad.

^CY aunque es malo mantenerse aislado cuando todo el mundo está tan conectado si el diablo gobierna^G hay que tener cuidado la cultura nunca puede estar de lado no todo está en ve^Dnta, no todo es mercado árbol sin raíces no aguanta parado ningú^Gn t^G7emporal. (bis)