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EY como todos los dAías al final de cada almuEerzo ella agita el mantel bDlanco debajo del limoEnero
EY como todos los dAías revoloteando en silEencio el mantel convoca pDájaros debajo del limoEnero.
Los gorriAones, las calAmandrias, zorzCmales y bentevGeos y un hornero y su paEreja vecF#minos de un B7pique vEiejo E7 amparAados bajo el Amala del bCmlanco mantel matGerno, vienen a corretear Emigas presuF#7rosos B7y sin miEedo.
ELa vida siguió su Acurso los hijos fueron creciEendo y aquél mantel bati?D? alas en un vuelo sin regEreso.
EY muy a pesar de ausAencias al final de cada almEuerzo
algo convoca a los Dpájaros debajo del limoEnero.
Y son Aotros los gorrAmiones y es Cmotro el casal de horGneros y son otras las calEandrias y F#7otros son B7los bentevEeos E7 que al llaAmado de la Ammagia del blanCmco mantel viajGero vuelven a buscar migEuitas puntF#mualmente B7al limoEnero.
El ritmo es de Milonga. * En el patio de la vieja estancia, junto a la puerta de la cocina, está el limonero y hasta él llegan los pájaros todos los mediodías, a picotear entre las migas de pan, que el mantel desparrama sobre el cantero. Han pasado muchos años, desde que esta amorosa relación entre el mantel y los pájaros se inició y aunque ya no es el mismo mantel ni tampoco los pájaros parecen ser los mismos, el ritual se repite, día tras día, milagrosamente, a pesar de todos los pesares. Mario Carrero.