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El ?E?ato García resolvió hacerse el loco, muerto de tristeza aquel ataB7rdecer,
que vio al sol perderse sobre el horizonte,
y harto de andar lejos decidió vEolver.
Fingiendo delirio y alucinaciones,
contra un enemigo invisible pB7eleó, se banco pastillas,choques e inyecciones, hasta que la ciencia su mal acEeptó.
Y una vez que obtuvo el pasaje de vuelta,
y una buena y rápida jubB7ilación, dejó para siempe el loco allá en Melburne, cuando finalmente se subió al Eavión.
Cuando de regreso a su Montevideo,
la casa paterna y su infancia buB7scó, no encontró a los viejos amigos de entonces, ni la novia aquella que nunca olEvidó.
Y busco y busco y se busco entre la gente, y en ninguna parte se pudo encontrar, y así fue creciendo en su pecho la duda, que al ñato García le hizo preguntar.
¿quAién se habra quedado allá eEn Melburne, habrá sido el B7loco,o habre sAido yo?
DesEde entonces solo una vez en el año, cuando se prerara para el caB7rnaval,
se pinta al espejo una cara de murga,
para ver si el ñato lo puede eEncontrar.
Entonces rojiza nariz de payaso,
y un juego de estrellas mirando al mB7irar, una risa grande pintada en los labios, el ñato Garcia se vuelve a enEcontrar.
¿Quién se habrá....... El pulgar solo en la 5ª y 6ª, Y los otros en 2ª y 3ª. Cualquier duda escribanme Vamo´ el Tacua.